miércoles, 25 de abril de 2012

MÁS DE TRES SIGLOS DE ÉXTASIS

En la ciudad de Siguenza de Guadalajara, España, fue construido en la primera mitad del siglo XVII el edificio de la Universidad de San Antonio de Porta Coeli donde se impartían cátedras de Artes, Teología, Cánones, leyes y medicina. Fue una de las universidades menores que daba títulos rápidos y baratos para aquellos que no podían costearse los estudios en Salamanca. La Universidad cerró en el siglo XIX y en la actualidad el edificio se ha convertido en Palacio Episcopal, que también aloja las oficinas de la curia diocesana. Curiosa ornamentación resultan las gárgolas de la cornisa dentro de una fachada austera con sus típicas ventanas y balcones de reja y una portada barroca con escalinata doble.

martes, 24 de abril de 2012

GOETHE EN MAIPU AL 600

“En el símbolo, lo particular representa lo general, no como un sueño ni como una sombra, sino como viva y momentánea revelación de lo inescrutable” Goethe.

lunes, 23 de abril de 2012

LAS CARACOLAS DE GAUDI

Gaudi fue un gran arquitecto y por sobre todo un gran místico. No existe documentación acerca de su pertenencia a la Masonería pero en su obra hay mucha simbología masónica iniciática. La Sagrada Familia está plena de ellos y los que más me sorprendieron fueron estas caracolas colocadas a gran altura. El caracol es una una espiral que representa un antiguo símbolo místico. Se produce tanto en las galaxias como en el el ADN, en lo "macro" y en lo "micro". Esotéricamente, representa la evolución, así como las fuerzas y patrones subyacentes a la creación de la vida. La concha del caracol es un ejemplo de la representación de phi en la naturaleza. A medida que crece, el caracol cierra una sección de su caparazón y añade una nueva. Cada nueva sección será más grande que la anterior por un factor constante. Como resultado, la concha formará una espiral Áurea.

lunes, 9 de abril de 2012

Peregrino sin prisas ni sueños imposibles, viajero mayor y lánguido que ya no pretende cambiar el mundo, sino sobrevivir en él sin perder la dignidad de ser humano. Ricardo Serna